lunes, 27 de junio de 2011

Permanente ensamblaje

Por más insólito que parezca, materias como historia del blues y coro góspel pueden estudiarse seriamente en Argentina y eso puede exteriorizarse en una oportunidad laboral.
Se trata de un momento fértil para el Blues, que, si bien fue importado hace varias décadas, actualmente cobró tales dimensiones que es, por lo menos sospechable, una trayectoria parecida a la del rock n´roll.
Una escuela dedicada especialmente a la enseñanza de la cultura del blues (la única en Latinoamérica) en cuyo marco también se gestó un  movimiento que se encarga de difundirlo cada semana, parece indicar que una cultura e identidad de blues argentina es una realidad.  
“Entendemos que la forma de crecer es unir a los amantes del género, impulsando actividades y gestionando espacios para que los músicos, sean experimentados o no, tengan la posibilidad de seguir tocando los Blues”, reza el Manifiesto del movimiento, que organiza los ciclos musicales: Domingos de blues, Viernes de Blues y Blues en los Barrios.    
Por su parte, La Escuela de Blues, uno de los principales propagadores de Blues en el país, aborda la enseñanza desde lo “artístico, pedagógico y lo humano”  - para-  “brindar la oportunidad de realizar una actividad con el Blues de manera colectiva o individual que le permita desarrollar en forma gratificante su sensibilidad y capacidad creativa, logrando, a su vez, un alto grado de profesionalización e inserción laboral”.
De modo que, ya es posible hermanar la noción de futuro y la de blues, en todos los sentidos que quiera interpretarse.
Gabriel Gratzer , creador de la única Escuela de Blues de Latinoamérica 

No hay comentarios:

Publicar un comentario